sábado, 21 de diciembre de 2013

Feliz Navidad (ahora sí)

La anterior entrada de este blog ha tenido un número inusitado de visitas y de comentarios. Suele ocurrir cuando me da llorona, y bien que lo siento. Se ve que estamos todos un poco blandengues y estas salidas de pata de banco nos tocan la fibra sensible.
Bueno, vale. Nunca hemos sido llorones. Nunca hay ningún motivo para serlo.
A veces uno se cabrea y necesita dar un puñetazo en algún sitio (las mesas suelen venir muy bien para esto), pero una vez dado lo único que queda es un intenso dolor en la mano y nada más.
Así que conviene cambiar el chip lo antes posible.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, y por sentiros identificados con lo que escribí. Se suele decir que el mal de muchos es un consuelo para tontos, pero qué queréis que os diga: Que debo de ser muy tonto, porque me consuela no estar solo y sentir que vamos todos juntos enfrentándonos a problemas similares.
Me siento muy querido y apoyado por los compañeros arquitectos, pero permitidme que me dirija especialmente a mis amigos Carlos y Francis, porque no lo son. No padecen los problemas que dije y, sin embargo, siguen visitando este blog y me dan ánimos y apoyo en todo momento.
Ya. Ya lo sé. Ya sé que soy muy querido, y eso es lo único que merece la pena.
Todos somos muy queridos. Todos tenemos alguien que nos quiere de verdad, y es a estas personas a quienes nos debemos y a quienes tenemos que desearles una muy FELIZ NAVIDAD.
Yo aprovecho para desearos a todos los lectores de este blog una muy feliz Navidad de todo corazón y con mis mejores sentimientos. (El otro día, enfangado en mis lamentos, no lo hice. Soy un grosero y un maleducado).
En vez de poner un consabido villancico, hoy quiero presentaros una estupenda obrita de jazz titulada ALGUIEN ME QUIERE, que me parece muy apropiada para la ocasión.
Podemos apreciar lo buen pianista que fue Nat King Cole (el de "muguer, si pueres chú con Dios hablar..." y "ansietat, de tenerete en mis brazos...") y, una vez más, al grandísimo saxo tenor Lester Young, orgullo del saxofonismo jazzístico, pura elegancia y serenidad.
El batería, Buddy Rich, en un plano más discreto y de menos lucimiento, está estupendo.
En resumen: Vaya tres patas para un banco.
Espero que os guste:


He traído de Youtube una lista de reproducción que tiene como primera pista esta de la que hablo, pero después vienen más que no tienen desperdicio, así que si os animáis...

Se la dedico especialmente a Carlos, que me ha dicho n veces que no aprecia el jazz; vamos, que no puede con él. Pero el mensaje está por encima del estilo y del género, ¿no?

Ah, ¿que no lo está?. Vaaaaale. Vamos con unos villancicos más convencionales. (Qué pesadito te pones, Carlos).
Para todos vosotros, con mis mejores deseos, FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO, EXUBERANTE, EXCITANTE, PLETÓRICO, FASCINANTE, LOGARÍTMICO, EXOGÁMICO, POLIMORFO, ANACREÓNTICO, TRIGONOMÉTRICO, PARANOICO-CRÍTICO, ARQUITECTÓNICO, NUMISMÁTICO, FILATÉLICO, PANÓPTICO, DISLÉXICO Y PELIAGUDO AÑO 2014.





Pero si pasáis de todo esto y pensáis que es la misma cursilería de todos los años, y sólo os entran ganas de matar personas, entonces este vídeo os puede ayudar y dar ideas: 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Feliz Navidad y tal

Sin darme cuenta me ha pillado la cena de Nochebuena. Falta solo una semana y se nos viene encima, con la compleja logística que todo ello requiere.
Y, como mi alma y mi corazón están en este blog, en cuanto he caído en la cuenta de la proximidad del evento he venido corriendo para felicitaros las navidades.
Me gustaría felicitar, sobre todo, a los amigos no arquitectos que visitan asiduamente este blog. Todos los que le echáis una ojeada me emocionáis, pero los que no tenéis especial interés por la arquitectura me emocionáis más, porque tenéis la generosidad de interesaros por mis chorradas "sin más".
Por eso os quiero contar algunas cosas que los lectores arquitectos ya conocen de sobra y sufren cada día, pero que tal vez os interesará saber.


Por ejemplo: ¿Sabíais que esta profesión de la arquitectura, que es una de las más hermosas y apasionantes, se está volviendo insoportable? ¿Sabíais que hay una inextricable faramalla de normativa que ya no permite diseñar una casa? ¿Sabíais, por ejemplo, que hay una disposición normativa (CTE-DB-HE) que por mor del ahorro energético obliga a que las habitaciones estén herméticamente cerradas, con carpinterías estancas, mientras que hay otra (CTE-DB-HS) que para que el aire interior sea saludable exige que las habitaciones estén constantemente ventiladas, con agujeros y rejillas en fachada, y es obligatorio cumplir ambas disposiciones a la vez, de modo que hay que gastarse un dineral en poner ventanas estancas y a la vez hay que dejar agujeros?
¿Sabíais que cada Comunidad Autónoma tiene una legislación del suelo diferente?
¿Sabíais que cada municipio tiene una normativa urbanística diferente, y que cada barrio o zona también tiene ordenanzas específicas?
¿Sabíais que cada funcionario de cada sitio, a su vez, tiene criterios de interpretación diferentes sobre cada aspecto de cada normativa, y un arquitecto, por muchos años de experiencia que tenga, se pasa la vida debutando y pagando la novatada?


¿Sabíais que las mejores casas del mundo, las que más nos apasionan y en las que más felices viviríamos, no cumplen prácticamente ninguna norma actual, mientras que con toda la panoplia de normativa que nos acogota hacemos casas cada vez más insulsas y más estúpidas?
¿Sabéis que en el proyecto de una simple casita hay que añadir cada día más anexos (seguridad y salud, estudio de residuos, manual de uso y mantenimiento, control de calidad, manual de protección y emergencia, estudio de eficiencia energética, relación de normativa, justificaciones normativas, etc, etc.) y que cada vez que hacemos un proyecto nuevo nos enteramos de que hay que añadir otro anexo que no conocíamos, y todo ello se convierte en mera burocracia que al final no sirve para nada?
¿Sabéis que mientras la absurda normativa intenta regular hasta la anchura de cada ventana y su porcentaje de apertura, o la rugosidad de cada baldosa, se desregularizan a pasos agigantados, fría y premeditadamente, todas las profesiones y los procesos que intervienen en la construcción de edificios?


¿Sabéis que la inmensa mayoría de los arquitectos veteranos estamos hartos de esta profesión que amamos con locura, mientras que la inmensa mayoría de los arquitectos nuevos se hacen a la idea de que no diseñarán jamás un edificio?
¿Sabéis que en la carrera de arquitectura se nos educa duramente en el arte y en la técnica de diseñar edificios, pero al final quien los acaba diseñando es el cliente o el concejal de turno, porque no se fían de esa supuesta formación del arquitecto, que es altamente sospechosa? ¿Sabéis que todo el mundo ve al arquitecto como "quien causa problemas", mientras que ve al ingeniero como "quien los soluciona"?
¿Por qué hemos consentido esto los arquitectos? ¿Por qué hemos sido cómplices y coautores de este sinsentido?
¿Sabéis que quienes legislan y disponen las miles de normas sobre construcción ni son arquitectos ni escuchan jamás a los arquitectos?


¿Sabéis que desde que se aprobó la Ley Orgánica de la Edificación (LOE) los promotores tienen que suscribir un seguro decenal de daños, y ese seguro no se fía de los arquitectos e impone, aparte, una Oficina de Control Técnico (OCT) que supervisa el proyecto y exige las correcciones que considera oportunas, y después supervisa la obra e impone también sus criterios, pero después si surge un problema o un siniestro la responsabilidad es de los de siempre mientras que ellos escurren el bulto y se van de rositas? (*)
¿Sabéis que también es obligatorio un Estudio Geotécnico antes de hacer un proyecto de un edificio, pero si a la larga hay un problema con la cimentación la responsabilidad es del arquitecto y los del Estudio Geotécnico se van de rositas? (*)
¿Sabéis que nuestro seguro de responsabilidad civil nos cobra durante diez años sobre las obras que ya hicimos y pagamos en su día, y que ni la falta de encargos ni de recursos, ni la jubilación, ni la muerte, nos exime de seguir pagando el seguro? (Cuando morimos, nuestros hijos heredan la responsabilidad civil).
¿Sabéis que con la Hermandad Nacional de Arquitectos (que nos cubre la salud y la pensión a quienes no estamos en la Seguridad Social) pasa algo parecido a lo del seguro, en el sentido de que no contempla el cese de actividad, el paro o la ruina, y hay que seguir pagando inexorablemente?


¿Podéis entender que por más vocación que tengamos y por más enamorados que estemos de nuestra profesión estemos más que hartos y con ganas de mandarlo todo a la mierda?
¿Nos creeréis si os decimos que la arquitectura ya no merece la pena, que se ha convertido en una profesión inviable e impracticable?
¿Me creeríais si os digo que con la supresión de las tarifas de honorarios y con la caída en picado del prestigio y de la fuerza de los Colegios de Arquitectos, nos encontramos desamparados y ya no sabemos cuánto más rebajar nuestros honorarios ni en qué condiciones realizar nuestro trabajo? ¿Sabéis que la competencia desleal ha hecho que los arquitectos dejemos de ser compañeros y nos hayamos convertido en enemigos y en caníbales?
¿Sabéis que, a pesar de todo, estamos orgullosos de ser arquitectos?
Vaya una mierda.

Ah, bueno; sí. Feliz Navidad y tal.


(*) Esas afirmaciones las hago con el conocimiento de un montón de casos concretos. Pero no digo que sea así siempre. Es posible que alguna vez algún juez haya hecho el esfuerzo de entender algo. No digo yo que no. Pero suelen estar muy ocupados y aburridos, y se suelen quitar de encima estos marrones con gran agilidad.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

La cabañita y la higiene sexual

El otro día vi en el blog de stepien y barno una reseña sobre el famosísimo cabanon de Le Corbusier, que a su vez enviaba a una entrada del blog de arqui-ideas sobre aquella curiosa obra.
Estupendo. Y aquí llego yo para decir que ya está bien de tanto cabanon y de tanto cabanon.
Vale, tiene el encanto y la sabiduría de la sencillez. Es una obra limpia, optimista y muy agradable. Pero a los estudiantes de arquitectura os propongo que en uno de los ejercicios que os ponga vuestro profesor de proyectos hagáis este alzado:


Ya veréis qué risa. Menuda notaza os va a poner.
Si los profesores no supieran que ese diseño es del grandísimo Le Corbusier le suspenderían sin remisión, pero como es del maestro hay que babear y arrodillarse.

Cucú. Me asomo por la ventana.
¡Celébritiiiiiiiis!

Esto es lo más importante de la cabaña: El personaje que está dentro,
los dibujos de la pared, la presencia del genio.

Sin él, sin su presencia, ¿qué queda?

El gran poeta y editor Carlos Barral desestimó el manuscrito de Cien años de soledad de García Márquez. Le pareció una novela confusa y floja. ¿Por qué cometió un error tan garrafal un editor tan fino, tan culto y tan inteligente? Yo creo que por un solo motivo: porque no pudo prever que esa novela Cien años de soledad iba a acabar siendo Cien años de soledad, ni que su autor, aquel Gabriel García Márquez, iba a terminar siendo Gabriel García Márquez.
Nosotros jamás podremos leer esa novela como la leyó Carlos Barral, porque para nosotros ya es Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, desde antes de empezar a leer la primera página.
Con el cabanon pasa lo mismo: Antes de mirarlo con cuidado ya sabemos que es de Le Corbusier, pero si fuera de un autor desconocido no le haríamos ningún caso.


Pero, aparte de la fascinación que produce saber que el autor es un personaje muy importante, la cabaña no tiene mucho que ver con la novela: La cabaña es una obrita muy muy menor, mientras que la novela es uno de los pilares de la historia de la literatura.
Más que con Cien años de soledad, yo al cabanon le buscaría un paralelismo con la higiene sexual.

lunes, 2 de diciembre de 2013

De nuevo en veredes

Comienzo una nueva etapa en veredes publicando un artículo-comentario (clicad aquí) sobre una fantástica fotografía.

New Shoes, Gerald Waller, Viena, 1946

No me negaréis que es una foto extraordinaria, que evoca una historia y un mundo.
He contado parte de los sentimientos que me inspira, pero creo que es una foto abierta a que todos evoquéis sentimientos, pensamientos y recuerdos personales. (Es lo que tienen las buenas fotografías).

Empieza así una nueva etapa como comentarista "a mi bola" de fotos.
Como buen glosador, intentaré llevarme el agua a mi molino siempre que pueda. Espero que os interese y os guste. (Y que en veredes queden contentos con mis comentarios).


Muchas gracias a veredes por seguir contando conmigo y confiando en mí.